miércoles, 7 de diciembre de 2011

En defensa propia


En 8 de julio de 1917, Lorenza Gabica(gojeascoa), disparaba contra su marido Juan José Calzacorta en el domicilio familiar de Nampa, poniendo así fin a un calvario de malos tratos y amenzas del marido hacia la mujer. Durante el juicio, Lorenza declaró que, durante años, su marido, más joven que ella, le había maltratado, “algo a lo que no están acostumbradas las mujeres vascas”.


Calzacorta habí nacido en Berriatua, Bizkaia, el 21 de enero de 1871. Hijo de José María y María Rosa. Ganadero (ovejas).  Se casó el 15 de febrero de 1903 en Boise con Lorenza Gabica. En 1910, residía en Boise.

La noche de autos el marido llegó a la casa y le dijo a su mujer que tenía veinticuatro horas para irse, mienbtras cargaba su revolver de seis tiros. Al mismo tiempo, dejó su rifle a los pies de la cama. Entonces se fue. Regresó sobre las 8 de la tarde, diciendo a Lorenza “ha llegado tu última hora”. Y volvió a irse.
A su regresó, vilvió a insultarla y maltratarla, arrojándola al suelo. Fue allí donde la mujer pudo hacerse con el revolver disparon sobre su marido que falleció en el acto.
En espera del proceso, el juez impuso a Lorenza una fianza de 25.000 dólares en cash. La fianza era muy alta. Los hermanos Gabica se movilizaron: Miguel, de Boise. y José y Elías, de Nampa, depositaron esa “pequeña fortuna” en el tribunal. Lorenza quedó en arresto domiciliario vigilada por dos hombres del sheriff (Idaho Statesman, 1917-07-14).
Un testigo de apellido O’Donnell declaró ante el juez que el vasco le había dicho que iba a matar a su mujer, a sus hijos y a su cuñado John Gabica (el hermano de Lorenza), y que amaba a otra mujer.
En el juicio, Lorenza, que solo hablaba euskara, tuvo como intérprete a Frances Jayo, de Boise (Idaho Statesman, 1917-10-31). El jurado solo tardó doce minutos en declararla inocente, al haber actuado en defensa propia (Idaho Statesman, 1917-11-01).
En 1930, Lorenza seguía viviendo en Nampa con sus tres hijos: Amalio, de 22 años que trabajaba como pastor; Rosa, de 20 que era dependiente en una tienda y John, de 16.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Isidro Madarieta, todo un carácter



Isidro Madarieta


Nacido en Ispaster, Bizkaia, el 4 de abril de 1883. Hijo de Domingo Madarieta y de Dominga Erquiaga. Llegó a Nueva York a Bordo de “La Bretagne” procedente de Le Havre el 4 de marzo de 1901. Se dirigió a Idaho-En 1903, tenía una carta en la oficina de correos de Boise. Hizo  dos viajes a Ispaster, en 1906 y en 1910.
Comenzó trabajando como pastor, convirtiéndose luego en ganadero (ovejas). Fue socio de Antonio Ocamica. En la década de los 1910, regentaba un hotel vasco en Main Street. En julio de 1916 fue detenido, junto a Vicente Bilbao y R.B. Howard acusado de contrabando de licores a “royal scale”. Fueron sorprendidos cerca de Orchard con casi 1900 cuartos de whisky (Idaho Statesman, 1916-09-01). En diciembre de 1922, el sherrif hizo un registro en su hotel, encontrando bebidas en la cocina y botellas de whisky escocés, ocultas bajo la nieve en el tejado de la casa.
Fue muy popular en la comunidad vasca. En el verano de 1917, apostó contra Elías Gabica de Nampa en una carrera de caballos. Como no estaba seguro de su victoria, hizo traer dos caballos de carreras de Aguscalientes, Tijuana. Ganó Madarieta debido, entre otras razones, a que Gabica, asustado por el dinero que había en juego, cambió de jockey en el último momento.



No fue esta la única carrera. En octubre de aquel año, Madarieta volvió a competir. Esta vez contra Tomás Muruaga, de Nampa. Para la ocasión alquiló un caballo llamado “Little Fanny”. Muruaga hizo lo propio con “Jupiter”. Las apuestas comenzaron 90 a 100, favorable a Muruaga, aunque acabaron 1000 a 900 a favor de Madarieta. Se despertó una especie de fiebre colectiva entre los miembros de las comunidades vascas de Boise y Nampa, tanta que vaciaron los bancos que se quedaron sin billetes, a decir de la prensa local. Fueron muchas las mujeres vascas que apostaron, con la esperanza de “comprar un vestido de seda”. Ganó “Little Fany”. Un periodista resaltaba que una joven vasca con su hijo en brazos se desgañitaba gritando “Gora Boise”(Idaho statesman, 1917-10-97)
En 1930, residía en Boise (9th St., antes vivió en Idaho St.). Se casó en Boise  con Isidora Osa el 25 de junio de 1910. Tuvo cinco hijos Juana “Susy”, Luis, Regina, Margarita y Ángel. Falleció en Boise el 25 de junio de 1946.


miércoles, 10 de agosto de 2011

Los pastores vascos y la I Guerra Mundial




El 1 de agosto de 1914 Francia declaraba la guerra a Alemania. El día 3 de agosto, Poincaré decretaba la movilización general. La orden se trasladó inmediatamente a los Consulados. El Consulado francés de San Francisco ejercía su influencia en los estados del Oeste donde se encontraba la mayor concentración de vascos y de franceses. Los primeros meses de contienda fueron de fervor y entusiasmo patrióticos. Los días de plenitud de la “unión sagrada” que definiera Clemanceau.
El 1 de octubre de 1914, un grupo de hombres se reunía en el Hotel Indart de Reno para realizar una pequeña parada militar. La mandaba el teniente Calisfero Pitana, un venerable anciano veterano de mil combates, llegado desde San Francisco. Su escuadra estaba formada por parisinos y vascos (se hace la distinción el periódico). Entre estos últimos, los soldados Jean Larralde, Pettan Goyhetche, Jean Oxarat, Baptiste Carrica o Pierre Etchemendy. Habían llegado desde diferentes puntos de Nevada. Algunos se habían naturalizado americanos, otros estaban casados. Antes, un grupo de veinte había salido para Europa. Los soldados recibieron un cálido homenaje antes de salir para el frente en otro establecimiento vasco, el Commercial Hotel. Luego, junto a otros 250 procedentes de California, embarcarían en un convoy de la Western Pacific rumbo al frente(Reno Evening Gazette, 1914-10-02).
Una de los casos de pasión guerrera fue el de Bernard Arosteguy. Nacido en Saint-Jean Pied-de-Port (de Luz?), Baja Navarra, el 4 de febrero de 1888. Llegó a Nueva York a bordo de L’Aquitanie procedente de Le Havre el 8 de diciembre de 1901. Se dirigió a Los Ángeles dond vivía su padre Arnaud. En 1914, cuando se encontraba visitando a su familia en el Pais Vasco y aunque era ciudadano americano, se alistó en el Ejército francés y sirvió durante dos años en una brigada de ametralladoras. Resultó gravemente herido en Verdún y fue licenciado, regresando a California. En 1917, trabajaba para H.C. Beasley en Ventura Co, Ca. En junio de 1918, salió para Camp Kearney para recibir instrucción militar. En 1919, se encontraba destinado cerca de Burdeos como parte de la 144 Brigada de la 4º División del Ejército americano. El 26 de abril de 1919, el Oxnard Courier publicaba una carta que el pastor vasco enviaba a Henry Beasley,  dueño del rancho en que trabajaba. Le contaba que llevaban tres meses esperando para ser embarcados de regreso a Estados Unidos. La partida siempre se retrasaba a “mañana”. Mientras tanto no les dejaban ir a los pueblos cercanos y, cada día, veían pasar los barcos cargados de soldados en su vuelta a casa(Oxnard Courier, april, 16, 1919).
Por fin acabó su servicio y, en diciembre de 1919, se casó en Santa Clara con una joven vasca, Catherine Duhau. En 1920, regentaba una granja en Hueneme, en el condado de Ventura, hasta que, en 1924, compró una tienda de ultramarinos en el mismo lugar que, pasados los años, se conviertió en un importante centro comercial. Falleció en Santa Clara 20 de agosto de 1935.
Al comenzar la guerra, todos estaban convencidos de que conflicto corto. Sin embargo, para 1915, ya habían muerto 450.000 combatientes. Con los primeros permisos, algunos desertan. En el fenómen de la insumisión en algunos cantones vascos alarma a las autoridades. En octubre de 1915, el Gobierno francés decide prohibir que los soldados de permiso, heridos o convalecientes, puedan disfrutarlo en los cantones fronterizos de los Bajos Pirineos, aunque hayan nacido allí o tengan allí la familia o su residencia habitual. Esto concierne a los cantones de San Juan de Luz, Ustaritz, Espelette, St. Etienne de Baigorry, St. Jean-Pied-de-Port, Tardets, Aramits, Accous, Larruns. Los soldados deberán disfrutar su permiso en otros cantones. Este medida se extendió a fin de año a la frontera italiana y después a la suiza. La huida hacia el Estado español para estos hombres es cosa fácil, no un salto a lo desconocido. Las relaciones familiares por encima de la frontera son aún muy frecuentes. En el País Vasco peninsular encuentran muy pronto trabajo y apoyos. El secretario de, Ayuntamiento  de Valcarlos, llamado Marcos, proporcionaba papeles con facilidad, así como Leandro Goieneche, de Elizondo, antiguo agente de emigración, que procuraba papeles y pasajes para América a quienes querían y tenían posibilidades. De todas maneras, esta huida se inscribe en una larga tradición de emigración: saben que van a encontrar al otro lado del Pirineo un hermano, un cuñado, un tío, un vecino... Son muchos vascos de Iparralde quienes, con nueva documentación, emigran a estados Unidos. Uno de ellos fue Michel Hachquet. Nacido en Urepel, Baja Navarra, hacia 1899. Al estallar la Gran Guerra, se fue al pueblo de su madre, Elbete, Valle de Baztán. Desde allí emigró. Llegó a Nueva York a bordo del Manuel Calvo procedente de Barcelona el 16 de marzo de 1916. Se dirigió a Elko. Dio como referencia la de Frank Yrigoyen (Telescope Hotel)
Centro de Reclutamiento en el condado de Fresno, Cal.

Estados Unidos entra en guerra

El 2 de abril de 1917, a raiz de hundimiento del trasantlántico Aquitania, Estados Unidos declaró la guerra a Estados Unidos. Inmediatamente, comenzó el reclutamiento general. Entre 1917 y 1918, 24 millones de hombres menores de 46 años fueron reclutados. Hay que recordar que el país tenía entonces una población de 100 millones.
La postura oficial de la comunidad vasca fue de apoyo sin reservas al Gobierno de Estados Unidos. El 30 de marzo de 1917, se reunió en Boise los elementos más destacados. Entre estos, Antonio Azcuenaga (que actuó como secretario), John Archabal, Juan Anduiza, Luis Bermeosolo, Mateo Arregui, José Uberuaga, José Mendiola, Juan Echevarria, Francisco Arregui y Anastasio Jayo. Los reunidos redactaron un manifiesto que fue enviado al alcalde de Boise y al Gobernador del Estado (Idaho Statesman, 1917-03-30). Una reunión similar se celebró en Mountain Home. Esta presidida por José Bengoechea.
Douglass y Bilbao, recogen algunos datos sobre la postura de los pastores vasco-españoles (y sus consecuencias) ante el reclutamiento para combatir en el Ejército americano en aquellos días.  Lo cierto es que los vascos (de cualquier origen) no pusieron más objeciones que otras minorías e incluso que los propios nativos. Repasando los listados publicados de los tribunales de exención, se puede comprobar lo que decimos. Por otro lado, el alegato de pertenecer a una “nación neutral” no es el que más se repite: el más común tienen que ver con mantener o ayudar económicamente a la familia (en el País Vasco o en Estados Unidos). Luego, hay un listado variado. Desde “solo combatiré si Estados Unidos es atacado, pero no en Europa”. “He pagado para no servir en el Ejército” (las famosas cuotas). Otros tenían que cuidar su rebaño… Pero, muchos fueron reclutados y combatieron.
Este es el caso de Celso Madarieta, de Bedarona, y hotelero en Elko, NV, Juan Nicolaurrena, de Lekaroz, que trabajaba como pastor en el norte de Nevada. Gregorio Amillategi, de Boise, fue herido en combate. Alberto Echevarria, de Pocatelo, estaba considerado como un héroe de guerra. Falleció en Pocatello a causa de las heridas producidas por la coz de un caballo cuando se encontraba en un campamento ovejero el 24 de septiembre de 1921. Fue enterrado con honores militares (Salt Lake Telegram, 1921-09-23/Idaho Statesman, 1921-09-23).

Las consecuencias

La inmensa mayoría de los pastores vascos movilizados solicitaron la ciudadanía americana, incluso antes de ser licenciados. En los propios campamentos militares se comenzaron a tramitar las peticiones. Además de los citados, los vasco-franceses que habían servido en el Ejército americano. Por ejemplo, Pierre Ohaco, de Aldudes, que se alistó cuando cuidaba ovejas en Arizona, o Prudencio Zabala, de Nabarniz, pastor y trampero en Utah.
A quienes finalmente no se alistaron, no se les permitió nacionalizarse. Un ejemplo fue el de Maximino Echandia, de Ereño. En marzo de 1919, el juez de Winnemucca James A. Callahan, a petición de C.A. Ball, representante del Gobierno (naturalisation examiner) rechazó su solicitud de ciudadanía debido a que había alegado contra su alistamiento, señalando que era ciudadano de una nación neutral. Un caso singular fue el de José Manuel Oleachea, de Lesaka. En 1922, un juez de Ely, White Pine Co., le concedió la ciudadanía siguiendo el procedimiento aplicado a soldados y marineros en tiempos de guerra. Sin embargo, está fue recurrida por un fiscal. Oleachea fue reclutado y enviado a Francia en 1917. Mientras se encontraba en este país combatiendo, fue licenciado a petición del Gobierno español alegando que el pastor era súbdito del rey de España. De esta forma, no podía acceder a la ciudadanía por la vía que había iniciado. Por su parte, Oleachea alegó que la reclamación española se había hecho sin su consentimiento (Reno Evening Gazette, 1922-12-01).
Pero, no fue solo en la cuestion de la nacionalidad la que afecto a los vascos que habían alegado contra su reclutamiento. La mayoría perdieron sus derechos a utilizar tierras públicas para sus ovejas. La prensa dio cuenta de la invalidación de numerosos contratos de alquiler (W.A. Douglass & Jon Bilbao, Amerikanuak. Basques in the New World, Reno (1975: University of Nevada Press, pp.303-304).


viernes, 22 de julio de 2011

José Bengoechea, el amigo de todos



Hotel Bengoechea (Mountain Home)



José Bengoechea, conocido como Zarakondegi o Bixar, nació en Bedarona (caserío Zarakondegi-goikoa), Bizkaia, el 16 de enero de 1861. Hijo de Antonio Bengoechea Zaracondegui y María Antonia Anduiza Arrupe. Tras probar suerte en Argentina, donde había llegado con apenas quince años, se fue a Estados Unidos, donde los hermanos Altube estaban reclutando pastores vascos. Desembarcó en el puerto de San Francisco. Trabajó como pastor en California y Nevada (entre otros lugares, en el famoso Spanish Ranch, de Palo Alto, en el condado de Elko, Nevada,,propiedad de los hermanos Altube) y, desde allí, llegó a Idaho, al condado de Owyhee, en 1890, donde llevó a pastar sus ovejas. Según la tradición familiar, cuando José Bengoechea llegó a Idaho, este aún no era un estado de la unión, sino un territorio. José seguía el rastro de sus paisanos Antonio Azcuenaga y José Navarro. Este último era natural de Acorda, una aldea distante a pocos kilómetros de Bedarona. Seguramente, Navarro y Bengoechea coincidieron trabajando para los hermanos Altube.
En 1891, llamó a su hermano Gabriel (n. octubre de 1865). Luego, al hermano menor, Melitón (n. febrero de 1868, que se había estado enrolado como marinero en una goleta), y a otros parientes y vecinos. En el censo de Estados Unidos de 1900, los hermanos Bengoechea figuran como “stock raisers” (ganaderos) del condado de Owyhee, en el sur de Idaho. Los Bengoechea residían en un “campamento”, a las afueras de Bruneau, junto a otros pastores vascos que trabajaban para ellos.
El 24 de mayo de 1901, “The Idaho Daily Statesman” informaba que José Bengoechea había hecho su primera solicitud para convertirse en ciudadano americano, y para ello, había renunciado a su país de nacimiento (‘He renounced all allegiance to the country of his birth’: Spain). Finalmente, el 19 de septiembre de 1908, le fue concedida la ciudadanía americana.
En aquellos primeros años del siglo XX, comenzaron a producirse ataques a los vascos  por parte de rancheros locales. En un artículo publicado en el  Caldwell Tribune, se decía: “Los ovejeros del condado de Owyhee están gravemente acosados por los vizcaínos, vascos como normalmente se les denomina y el mal puede ser cada vez mayor. Estos vascos llegan en gran número y estás expulsando de los pastos a otros ovejeros”. La vida social no era fácil para los vascos: ”black bascos”, como les llamaban algunos.
La tensión entre los vascos de Owyhee con otros ovejeros y vaqueros iba en aumento., así que los Bengoechea decidieron llamar a un paisano con fama de ser el más fuerte del País Vasco para que se enfrentase a los vaqueros. Y así llegó “Juan Andixe” (Big John) que se convirtió en el capataz de José. Aún se cuentan muchas historias del gigante vasco. En cierta ocasión, en Bruneau, apostó con unos cowboys que sería capaz de humillar a un bronco (un caballo salvaje). Mientras que los vaqueros se reían de nuestro hombre, los vascos apostaron a favor de su paisano(“Holding hobbles in his hand, Big John hopped on the horse and beat the wild mustang intro submission”).
De los tres hermanos Bengoechea de Mountain Home fue José , conocido como Bixar, quien alcanzó el status más alto. Además de las ovejas (su rebaño llegó a tener 100.000 ovejas), al igual que su hermano Melitón, compró ganado y caballos, y, en 1910, construyó el Mountain Home Hotel (hoy, conocido como Bengoechea Building) y, poco después, llegaba a vicepresidente del Commercial & Savings Bank of Mountain Home. En el  Farm Directory of Owyhee County (1918-1919), figura como propietario de dos parcelas: una de 160 acres y otra de 2.4 acres.
Sol Silen describe así el hotel en su célebre libro: “...rodeado de parque y de praderas que lo hacen ser uno de los puntos más bellos, no solo de Idaho, sino del Oeste. Aunque la población de Mountain Home es relativamente corta, el hotel construido por Bengoechea allí, está considerado como una de las residencias más hermosas de Idaho, y mayor que cualquier hotel en las mismas poblaciones del mismo tamaño en los Estados Unidos. (...) En ese hotel Joe Bengoechea ha hecho derroche de esplendidez, y los muebles son de caoba maciza, las alfombras y los adornos son de lo mejor que se pueden comprar, y el servicio está construido de acuerdo con las más modernas ideas sobre sanitación”.
La construcción del hotel dio empleo a muchos vascos, haciendo posible que algunos trajeses a sus familias de Euzkadi. Manuel Uriona fue uno de estos vascos. Otro fue Ignacio Berriochoa. Este había llega al país en 1901. Trabajó como pastor durante unos años, hasta que, cuando José Bengoechea, comenzó la construcción de su hotel, se convirtió en cantero, así que, con el dinero ganado, pudo traer a su familia.
Sobre José Bengoechea, abundan las leyendas: millonario, pero analfabeto, para 1900, era propietario de un automóvil cuando, en Estados Unidos, solo había censados unos 14.000 coches. No sabía conducir así que tuvo que contratar aun chófer. Cuando la gente le preguntaba qué coche era el mejor, siempre respondía lo mismo: “Uno nuevo”.


Foto nupcial de Margarita Nachiondo y José Bengoechea

Se casó en 1915 con Margarita Nachiondo Achabal, una vasca de Ispaster que había llegado al país en 1912 y residía de Ogden (Utah), donde desde años atrás vivía su hermano mayor. Margarita era  34 años más joven y, en 1916, nació el primero de sus tres hijos, Eva (fallecida en 2007). Luego vendrían Adam (1917-1984) y Joseph (1920-1964). Vivían en una hermosa mansión cerca del hotel.    
En el censo de 1920, José Bengoechea figuraba como “capitalista y ganadero”.
Al finalizar la Gran Guerra (I Guerra Mundial), muchos borregueros vascos, deslumbrados por los altos precios que habían alcanzado la carne (el Ejército se había convertido en el primer consumidor) compraron enormes cantidades de ovejas para alimentar a las tropas expedicionarias. Tras el armisticio, siguieron comprando, convencidos que una Europa hambrienta adquiriría su ganado y ellos iban a hacer el negocio de su vida. No fue así. A esto, hubo que añadir la caída de los precios de la lana. Muchos se arruinaron. Su ruina arrastró a 27 bancos de Idaho que fueron a la bancarrota, entre ellos el Comercial Bank, del que Bengoechea era vicepresidente y principal accionista privado.
Su negocio ganadero estaba basadas en muchas pequeñas sociedades ovejeras, muy rentables cuando los precios eran altos, pero al desplomarse estos, la pirámide se derrumbó como un castillo de naipes. Algunos consideraban esta práctica como “extravagante”. Sus socios le habían dejado una deuda de 900.000 dólares (Idaho Statesman, 1920-09-29).
José Bengoechea siguió su suerte, falleciendo poco después (el 11 de noviembre de 1921) en Boise de un ataque al corazón producido por el “mal de Bright”, a los 60 años.



El “Idaho Statesman” titulaba: “Basque friend of all, dead. Jose Bengoechea, pioner and once Idaho richest man, passes, impoverissed” (“Vasco amigo de todos, muerto. José Bengoechea, pionero y una vez el hombre más rico de Idaho, fallecido en la pobreza” (Idaho Statesman, 1921-11-13).
Un banquero de Boise declaró al conocer la muerte de Bengoechea que “hace cuatro años quizá era el hombre más rico del estado con inmensos intereses en ovejas. La caida del precio de la oveja y de la lana, y el hecho de que había prestado mucho dinero a otros ovejeros afectados aceleró su ruina” (Idaho Statesman, 1921-11-13). Se decía que, en el momento de su muerte, vivía de la caridad de sus amigos (Twin Fall News, 1921-11-14).
Según las crónicas de la época, José no soportó la ruina. Perdió 400.000 dólares en pocos días (Reno Evening Gazette, 16 de noviembre de 1921). El hotel quedó en manos de la Western Loan & Investment Company y sus rebaños se repartieron entre la Bill Smith Sheep Company y la Wood Creek Sheep Company. La bancarrota también alcanzó a los negocios de su cuñada, Flora Alzola. Gabriel Bengoechea desapareció. La viuda vendió sus joyas, trasladándose a Odgen con sus hijos donde abrió una pensión.
El funeral de José Bengoechea fue todo un acontecimiento social. Desde Boise, llegaron 50 automóviles con miembros de la comunidad vasca. La iglesia se quedó pequeña. Los oficios religiosos fueron presididos por Monseñor Gorman, obispo de Idaho (Idaho Statesman, 1921—11-15).
La Western Loan vendió el hotel a Victor Yturri, de Rigoitia, cuya esposa estaba emparentada con los Bengoechea. Una de sus hijas, Anna, se casó con Luis Bengoechea Alzola. Pero Víctor padecía de asma, así que, en 1932, se trasladó a Las Vegas donde el clima era más seco. Tres años más tarde,  en 1936, al divorciarse Luis y Anna, esta última con su hija se trasladaron asimismo a Las Vegas.
En 1937, compró el hotel un vasco, Agapito Bideganeta  que también había sido socio de José Bengoechea y que, hasta entonces, regentaba la Basque Boarding House. Hoy, el viejo Hotel Bengoechea es un edificio histórico protegido.
La viuda de José Bengoechea y sus tres hijos dejaron Mountain Home para trasladarse a Odgen (Utah) donde vivían los Nachiondo. Con las joyas que había salvado abrió una boarding house en Odgen, Utah. En 1933, fue procesada por violar la ley de prohibición.  Falleció en 1956.
Eva nunca se casó y, en 2008, falleció en Odgen. Adam(1917-1984) se casó con Mary y tuvo un hijo, Adam Jr, casado con Laurie (que, a su vez, es padre de Maiah y Mitchell) Este último reside en Sandy, Utah. José Raúl “Joe” Bengoechea (nacido en 1920+1964) se casó con Clara Lane. En los 1950, se trasladó a Ohio para trabajar en una base  militar. Tuvo dos hijos: Kim y Jodi.