sábado, 2 de octubre de 2010

La herencia del pastor



En marzo de 1962, fallecía Felipe Yribar. Había nacido en la anteiglesia de Bedarona, en el municipio vizcaino de Ea el 26 de mayo de 1888. Llegó a estados Unidos en 1915, instalándose en Elko, Nev, y, más tarde, en Mountain Home, hasta que se asentó, definitivamente en Pocatello. En 1949, era propietario del Double Springs Ranch en Pocatello, Id. Falleció en marzo de 1962.  Al morir dejó una fortuna superir al millón de dólares, y como suele ocurrir en estos casos, el reparto de la herencia acabó en los tribunales.
Dos banqueros, H.B. Fitzpatrick, de Blakfoot, y Oliver Davis, de Chalis, habían llevado el caso a la justicia al considerar que se había alterado la última voluntad del pastor vasco. Esta era la de repartir 10.000 dólares enbtre cada uno de sus herederos (Ralph Yribar, Carlos Yribar, Cornelia Muñozguren, Milagros Etchepare, Segunda Yribar, Juan Muñozguren, Richard Uranga y Dariana Muñozguren) y el resto, destinarlo a obras caridad. En el último momento, se cambió el testamento.
El 4 de junio de 1962, tras cuatro sesiones, un jurado se pronunció sobre el asunto. La juez Mary Adams, del condado de Boneville, dictaminó que válido era el primer testamento. De esta forma, los herederos tuvieron que conformarse con menos del diez por ciento de la fortuna del bedarutarra.


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